4.1.2 RECONOCIMIENTO DE MITOS COMUNES ASOCIADOS CON LA SEXUALIDAD

En nuestra sociedad “circula” gran cantidad de creencias sobre la sexualidad en sus diferentes dimensiones. Muchas de ellas son mitos no fundamentados científicamente, es decir que son explicaciones o interpretaciones falsas, que se repiten tantas veces que se confunden con verdades aceptables; muchas de ellas han sido transmitidas por generaciones.

Por ejemplo, en algunos sectores de nuestra sociedad se ha inculcado a los hombres que no deben expresar sus sentimientos y principalmente que no deben llorar pues es signo de debilidad. Pero los hombres son tan capaces de tener sentimientos como las mujeres, y según los especialistas la manifestación de éstos promueve la salud.

Por otro lado, la sexualidad femenina durante muchos años sólo fue interpretada y analizada por hombres, en una sociedad en la que la mujer era poco más que un objeto. A esto se sumaron diferentes mitos como que las mujeres no disfrutan la sexualidad con la misma intensidad que los hombres, que las necesidades sexuales de estos últimos son muchos mayores y por eso es normal que tengan gran cantidad de parejas sexuales mientras que las mujeres sí pueden ser fieles a una pareja; también es común escuchar que la vida sexual de las mujeres termina con la menopausia, pues todavía se relaciona la vida sexual de la mujer exclusivamente con su capacidad de ser madre.

Existen otras ideas erróneas sobre la sexualidad femenina, como que es peligroso tener relaciones sexuales durante la menstruación por riesgo de infecciones o contaminación. Si bien eso se ha modificado drásticamente en las últimas décadas, si es todavía común la creencia de que una mujer no debe mantener relaciones sexuales, ni lavarse el pelo o incluso bañarse, ni practicar deportes durante la menstruación.

Escucharás muchas ideas falsas a lo largo de tu vida, por eso es muy importante que cuando tengas dudas sobre su veracidad consultes a profesionales en sexualidad, en salud, a adultos de tu confianza y fuentes bibliográficas o de internet avaladas por instituciones académicas o de salud pública.

Conocer sobre sexualidad te prepara para entender y afrontar los cambios en tu cuerpo y en tu forma de actuar, por lo que es importante hablar de tus dudas con algún especialista o con tus padres, porque se evitan temores, culpas y conductas riesgosas que pueden conducir a experiencias desagradables.