La pesca ha
sido una de las actividades más antiguas del ser humano y le ha dado de comer a
lo largo de la historia. Casi todos los ríos, lagunas, lagos, mares y océanos
contienen peces, crustáceos, moluscos y otras especies que explotar para la
alimentación y para otros usos.
Los distintos
grupos humanos han podido acercarse a cualquier cuerpo de agua con la confianza
de que obtendrían alimentos. Esto, ha variado a lo largo del tiempo, pues
muchos de los ríos del mundo están sobreexplotados o contaminados, por lo que
obtener alimentos de ellos ahora es muy limitado. Los grandes ríos del mundo
cuentan con un balance muy delicado de especies que es necesario conservar o
manejar mejor para evitar su extinción.
Nuestro país
atraviesa por una situación muy difícil, pues sus ríos, en términos generales, ya
no contienen especies que explotar comercialmente. Datos del INEGI revelan con
preocupación que, de los principales ríos del país, no existe uno solo sano,
pues se encuentran seriamente contaminados.
La pesca
dentro de los lagos también ha sido importante para las sociedades que cuenten
con ellos. Los lagos en el mundo no son tan extensos. Los principales han sido
una fuente de alimento, que se creía inagotable.
Los lagos de
México también tienen un grave problema de sobreexplotación y de contaminación.
Al igual que otros lagos del mundo, incluso han reducido su extensión
territorial, pues sus aguas son empleadas para el riego agrícola o para el uso
urbano e industrial.
La mayor
producción pesquera se obtiene de los océanos, donde se practican dos tipos de
pesca: la pesca de cabotaje, que se
lleva a cabo cerca del litoral, con uso de método artesanales y pequeñas
embarcaciones; y la pesca de altura,
que se practica en alta mar y que utiliza grandes barcos y congeladores.
Las
principales áreas de pesca son las plataformas continentales porque en ellas se
unen corrientes marinas cálidas y frías. Los países de mayor volumen de captura
al año son Japón, China, Perú, Estados Unidos de América e Indonesia.
La pesca de agua dulce destaca en norte y
sureste de Asia, y en África Central. En Rusia se captura el esturión, del que
se obtiene el caviar; y en los ríos de Europa, el salmón.
Por otra
parte, muchos países practican la acuicultura,
la cual controla la reproducción, la alimentación, los depredadores, el ambiente,
la temperatura y otras condiciones del agua en beneficio de una especie. Esta
práctica puede considerarse una “ganadería” acuática.
Del total de
producción pesquera en el mundo, 70% se utiliza para consumo humano, y el resto
para fabricar harinas y aceites. América Latina y África son las áreas con
menor consumo de pescado, a diferencia del sureste de Asia, donde es
fundamental para la población.
México posee
dos litorales de importancia pesquera: el del Pacífico norte, con puertos como
Mazatlán, Guaymas y Ensenada; y el del Golfo de México y el Caribe, con puertos
como Ciudad del Carmen y Yukalpetén. En la primera zonza se explotan la sardina
y el atún (especies propias de aguas frías) y en la segunda, crustáceos
(propios de aguas cálidas) cuyo destino principal es la exportación. Por otro
lado, en todas las costas se practica pesca
ribereña para consumo local.
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