4.1.1.4 REGIONES PESQUERAS


La pesca ha sido una de las actividades más antiguas del ser humano y le ha dado de comer a lo largo de la historia. Casi todos los ríos, lagunas, lagos, mares y océanos contienen peces, crustáceos, moluscos y otras especies que explotar para la alimentación y para otros usos.
Los distintos grupos humanos han podido acercarse a cualquier cuerpo de agua con la confianza de que obtendrían alimentos. Esto, ha variado a lo largo del tiempo, pues muchos de los ríos del mundo están sobreexplotados o contaminados, por lo que obtener alimentos de ellos ahora es muy limitado. Los grandes ríos del mundo cuentan con un balance muy delicado de especies que es necesario conservar o manejar mejor para evitar su extinción.
Nuestro país atraviesa por una situación muy difícil, pues sus ríos, en términos generales, ya no contienen especies que explotar comercialmente. Datos del INEGI revelan con preocupación que, de los principales ríos del país, no existe uno solo sano, pues se encuentran seriamente contaminados.
La pesca dentro de los lagos también ha sido importante para las sociedades que cuenten con ellos. Los lagos en el mundo no son tan extensos. Los principales han sido una fuente de alimento, que se creía inagotable.
Los lagos de México también tienen un grave problema de sobreexplotación y de contaminación. Al igual que otros lagos del mundo, incluso han reducido su extensión territorial, pues sus aguas son empleadas para el riego agrícola o para el uso urbano e industrial.
La mayor producción pesquera se obtiene de los océanos, donde se practican dos tipos de pesca: la pesca de cabotaje, que se lleva a cabo cerca del litoral, con uso de método artesanales y pequeñas embarcaciones; y la pesca de altura, que se practica en alta mar y que utiliza grandes barcos y congeladores.
Las principales áreas de pesca son las plataformas continentales porque en ellas se unen corrientes marinas cálidas y frías. Los países de mayor volumen de captura al año son Japón, China, Perú, Estados Unidos de América e Indonesia.
La pesca de agua dulce destaca en norte y sureste de Asia, y en África Central. En Rusia se captura el esturión, del que se obtiene el caviar; y en los ríos de Europa, el salmón.
Por otra parte, muchos países practican la acuicultura, la cual controla la reproducción, la alimentación, los depredadores, el ambiente, la temperatura y otras condiciones del agua en beneficio de una especie. Esta práctica puede considerarse una “ganadería” acuática.
Del total de producción pesquera en el mundo, 70% se utiliza para consumo humano, y el resto para fabricar harinas y aceites. América Latina y África son las áreas con menor consumo de pescado, a diferencia del sureste de Asia, donde es fundamental para la población.
México posee dos litorales de importancia pesquera: el del Pacífico norte, con puertos como Mazatlán, Guaymas y Ensenada; y el del Golfo de México y el Caribe, con puertos como Ciudad del Carmen y Yukalpetén. En la primera zonza se explotan la sardina y el atún (especies propias de aguas frías) y en la segunda, crustáceos (propios de aguas cálidas) cuyo destino principal es la exportación. Por otro lado, en todas las costas se practica pesca ribereña para consumo local.

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