TENDENCIAS DE LA MIGRACIÓN EN EL MUNDO
Algunas
personas cambian su lugar de residencia una o más veces. Estos cambios pueden
ser dentro de un país (del campo a la ciudad), de una ciudad a otra o de una
colonia a otra. Los motivos de estos cambios pueden ser económicos, culturales,
sociales y políticos.
La migración consiste en el desplazamiento
de un lugar de origen a otro como destino, ya sea en forma definitiva o por un
tiempo, lo cual lleva un cambio de actividad y vida. Está compuesta por dos
procesos: la emigración, que es la
salida del sitio de origen, y la inmigración,
que es el arribo a la nueva residencia. Cuando una persona sale de su lugar de
origen es emigrante, y cuando llega
al nuevo destino, inmigrante.
La migración internacional es un fenómeno
mundial que ha tenido influencia en la actual distribución de la población, y
es la causante de grandes movimientos demográficos e intercontinentales.
Hoy, los
principales flujos de migrantes internacionales son voluntarios y de países
poco desarrollados a naciones desarrolladas, a donde se dirigen las personas
para mejorar su nivel de vida.
PRINCIPALES FLUJOS MIGRATORIOS EN EL MUNDO
En la
actualidad, no hay estadísticas reales sobre la migración, porque ésta se hace
de manera clandestina o indocumentada. A pesar de esto, en 2010 Naciones Unidas
estimó que 213 millones de personas residen en un país diferente al de su
nacimiento.
Desde 1950
comenzó una etapa en los grandes flujos
migratorios mundiales, debido a la revolución tecnológica que aumentó la
productividad, el consumo y los salarios en países de Europa Central.
En estos países
descendió la natalidad y los jóvenes no ocuparon puestos laborales inferiores,
Así, se incrementó la demanda de mano de obra en los países desarrollados y los
trabajadores de los países pobres del Mediterráneo, emigraron a Europa Central.
Varios países europeos mantienen vinculación con sus antiguas colonias en Asia
y África. Por ejemplo, Reino Unido recibe indios y paquistaníes; Francia a
argelinos, marroquíes, tunecinos y senegaleses; Holanda acepta indonesios.
Un proceso
similar ocurrió desde la década de los cuarenta en Estados Unidos de América,
donde llegaron trabajadores de México y Centroamérica, así como de Asia. Entre
1960 y 2000 arribaron más de 20 millones de inmigrantes latinos; de ellos, más
de 8 millones provenían de México y el resto de República Dominicana, Jamaica,
Haití, El Salvador, Colombia, Perú, Guyana, Ecuador y Guatemala. Estos
desplazamientos aumentan año con año y se realizan de manera indocumentada.
Otro foco importante de inmigrantes se origina en Asia; tradicionalmente China
e India han enviado los mayores flujos de emigrantes. Además, a finales del
siglo XX, otros países asiáticos incrementaron el volumen de sus emigrantes,
como Filipinas, Vietnam y Corea del Sur.
Los países
árabes más desarrollados del Golfo Pérsico, Como Arabia Saudita, Kuwait y
Emiratos Árabes Unidos, reciben grandes flujos de migrantes de países cercanos
menos desarrollados como Egipto, India, Pakistán, Jordania y Yemen, además de
Turquía y del sur y sureste asiáticos. Es este caso la conexión es la cultura
islámica con dos elementos destacados: religión y lengua. Este patrón se ha
transformado a partir de la invasión a Iraq por Estados Unidos de América.
CAUSAS
Y CONSECUENCIAS SOCIALES, CULTURALES, ECONÓMICAS Y POLÍTICAS DE LA MIGRACIÓN EN
EL MUNDO Y EN MÉXICO.
Las
consecuencias de los movimientos migratorios son muchas; pueden ser positivas
cuando se logra el objetivo de mejorar el nivel de vida, pero también
negativas. Para poder valorar mejor estos movimientos, debe distinguirse entre
el lugar receptor y el lugar de origen del migrante.
En los lugares receptores la población se
rejuvenece demográficamente porque la mayoría de los inmigrantes so jóvenes,
productivos y en edad fértil; además, el país que los recibe no tuvo que
invertir ni en su educación ni en su salud. Otro beneficio es que la migración
permite mantener bajos salarios para los inmigrantes, que representan mano de
obra abundante y no calificada, dispuesta a trabajar por un salario escaso,
pero mayor al de su país de origen.
Entre las
consecuencias de tipo negativo está que la mayoría de los inmigrantes habitan
las ciudades más grandes y contribuyen al crecimiento urbano, con la
consecuente demanda de servicios públicos, educación, salud, vivienda, entre
otros.
Desde el punto
de vista social, el inmigrante debe adaptarse a culturas, lenguas y esquemas
sociales diferentes. Para conservar su cultura, se congrega en barrios como el hindú, el latino, el
chino, el mexicano, el griego, el portugués y el judío, entre otros.
En cambio, en
los lugares de origen se pierde parte de la población productiva y fértil, por
lo que demográficamente su población se envejece, decrece o tiene crecimiento
lento. También se pierde la inversión realizada en esa población, por ejemplo,
la educación.
Uno de los
efectos positivos es que la salida de población supone un alivio en la presión
demográfica para su lugar de origen; además, como el emigrante envía sus
ahorros a su país de procedencia, es un dinero que se invierte ahí y que ayuda
a mejorar la economía nacional.
Muchos
mexicanos llegan a Estados Unidos de América con la esperanza de aumentar sus
ingresos y mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. Algunos de
los factores que contribuyen a alentar y reproducir a este fenómeno desde hace
décadas son:
Uno de os
mayores impactos de la migración en México es la llegada de remesas. En el año
2013, nuestro país recibió 21,583 millones de dólares por este concepto, lo que
significa que hubo un ingreso de 59 millones de dólares por día.
En América
Latina ocupamos el primer lugar en transferencias netas de remesas familiares y
el cuarto a nivel mundial. Esto significa que en México la migración
internacional se ha convertido en una importante fuente de divisas, además de ser el sostén esencial de miles de familias.
Según datos del
2010 se calcula en 1.4 millones los hogares que reciben remesas de sus
familiares en Estados Unidos de América. La mayor parte de los recursos
enviados por los emigrantes se utilizan para cubrir las necesidades de consumo
inmediato de las familias: alimentos, ropa, vivienda y salud.
Una de las
regiones del país donde la migración ha tenido importantes efectos es la
frontera norte. Ahí, la inmigración ha detonado el crecimiento demográfico y la
expansión física de ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez, Mexicali, Matamoros,
Reynosa y Nuevo Laredo. La mayoría de los inmigrantes que se asientan en esta
frontera representan un considerable volumen de recursos humanos jóvenes, con preparación básica secundaria), que
se incorporan a la industria maquiladora o a los servicios, con percepciones
mayores a las que pueden obtener en las ciudades y zonas rurales del centro del
país.
En los años
recientes, las ciudades fronterizas del norte de México han registrado un
considerable crecimiento económico debido a la apertura comercial hacia Estados
Unidos de América, a la expansión del sector maquilador y a la intensificación
del comercio internacional. Estos factores han permitido que crezca la oferta
de empleos, lo que a su vez se ha convertido en un poderoso imán para las
migraciones.
La frontera sur
de México también recibe a los migrantes de Centro y Sudamérica, quienes buscan
mejores condiciones de vida en nuestro país o en Estados Unidos de América.
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