CRECIMIENTO Y COMPOSICIÓN DE LA POBLACIÓN MUNDIAL
Al conjunto de características sociales se le
conoce como composición de la población,
que incluye el total de habitantes de un lugar, el porcentaje de mujeres y
hombres, los integrantes de cada grupo de edad (niños, jóvenes, adultos y
adultos mayores) y las actividades que realizan.
Conocer la composición y la dinámica de la
población permite saber dónde están las mayores concentraciones o en qué
lugares no hay pueblos o ciudades; cómo ha evolucionado la población; si crece
rápido o lento; si hay más niños o más adultos. A partir de lo anterior, pueden
diseñarse acciones que permitan mejorar las condiciones de vida de las personas
respecto a los servicios de educación, salud, recreación y empleo.
El tamaño de cualquier población está
determinado por tres tipos de eventos a los cuales se les conoce como los componentes de la población: los nacimientos,
las muertes y los movimientos migratorios. La combinación de estos tres
procesos hace posible que una población crezca, disminuya o permanezca estable,
es decir, que los cambios en el tamaño de cualquier población dependen del
comportamiento.
NATALIDAD
La primera
causa de cambio demográfico en la natalidad, la cual permite saber en qué
país, estado, o municipio nacen más niños. Para la demografía la tasa de natalidad es un medio para
cuantificar la fecundidad, pues indica el número anual de nacimientos de una
población por cada mil habitantes.
Los países desarrollados tienen tasas bajas de
natalidad, mientras que los países menos desarrollados menos desarrollados
tienen tasas altas. Por ejemplo, en países desarrollados como Alemania y Canadá
se registran tasas de alrededor de 11 nacimientos por cada mil habitantes; en
cambio, en países menos desarrollados se registran tasas entre los 24 y 36
nacimientos por cada mil habitantes.
MORTALIDAD
La mortalidad es la segunda causa de cambio demográfico. Su estudio se basa en la
observación de las muertes que ocurren en una población durante un tiempo
determinado. Si disminuyen sus niveles, normalmente se debe a adelantos en la
medicina, a que existen mayores prácticas de higiene y sanidad o a mejoras en
la alimentación, educación y empleo. Por el contrario, si éstos aumentan es
consecuencia de guerras, plagas, epidemias o desastres naturales.
El indicador principal para estudiar la
mortalidad es la tasa bruta de
mortalidad, basada en el número anual de muertes por cada mil habitantes.
Actualmente, las tasas de mortalidad alrededor del mundo son de 10 muertes por
cada mil habitantes.
Otro indicador es la mortalidad infantil y, en particular, la cantidad de muertes de
niños menores de un año. La importancia de este indicador radica en que las
causas de muerte se relacionan con el desarrollo económico y social, el acceso
a los servicios de salud y los avances de la medicina, por lo que la tasa de
mortalidad infantil ha sido adoptada internacionalmente como un indicador de
desarrollo y del estado de salud en el mundo.
El incremento de la población depende
principalmente del balance entre nacimientos y muertes, lo que determina el crecimiento natural de la población. A las variaciones del
tercer componente demográfico, las migraciones, se les conoce como crecimiento
social.
MIGRACIÓN
La migración es la tercera causa de cambio demográfico: es el cambio de residencia de
una o varias personas de manera temporal o definitiva. La migración hacia el
extranjero no es exclusiva de algunos países, se presenta en todos en mayor o
menor medida; sin embargo, es una característica más acentuada de los países
pobres, cuya población en edad de trabajar busca mejorar sus condiciones de
vida.
Para medir el crecimiento total de la población, se considera el comportamiento de los tres componentes demográficos. La tasa de crecimiento es el principal indicador y representa la velocidad o el ritmo de crecimiento de la población.
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