CONCENTRACIÓN Y DISPERSIÓN DE LA POBLACIÓN EN EL MUNDO Y EN MÉXICO

En el mundo, la población se ha concentrado en ciertos lugares. Por ejemplo, en el sur y sureste de Asia, que incluyen a India, Pakistán, Bangladesh, Indonesia, Tailandia, Vietnam y filipinas, entre otros países, se concentra 4.5% de la población mundial. Estas zonas abarcan países con gran número de habitantes, como India, con más de 1252.1 millones; Indonesia, con 49.9 millones; Bangladesh con 15.6 millones; y Pakistán, con 182.1 millones. Se trata de países donde predomina la población rural, la principal actividad es la agricultura de subsistencia y hay grandes niveles de pobreza y desnutrición.
Europa Occidental está habitada por 10.5% de la población mundial y ninguno de sus países alcanza altas cifras de habitantes. Es una de las regiones más industrializadas, donde la agricultura intensiva y tecnificada sigue siendo importante y donde la mayoría de sus países tienen altos índices de urbanización. Precisamente, la parte más industrializada y urbanizada es la más densamente poblada: Reino Unido, Alemania y Bélgica.
El noreste de Estados Unidos de América y sureste de Canadá concentra sólo 5% de la población mundial. Su población es la más avanzada tecnológicamente, posee un elevado nivel de vida, un alto grado de urbanización y un gran desarrollo industrial y comercial.
En otras partes del mundo hay pequeñas áreas de concentración demográfica más o menos aisladas; por ejemplo, el bajo valle del Nilo, en Egipto; la región del Río de la Plata, en Argentina; la región costera Sao Paulo-Río de Janeiro, en Brasil; y la costa del golfo de Guinea y África Centro-Oriental.

LA POBLACIÓN EN MÉXICO

La población en México se caracteriza por mostrar un patrón de distribución muy polarizado. Por un lado, hay una alta concentración en unos cuantos espacios urbano; por ejemplo, en el año 2010, doce ciudades con más de un millón de habitantes concentraban 41.5 millones de personas (más de la tercera parte de la población total del país).
A la vez, hay una gran dispersión de personas en áreas rurales. En ese mismo año, 2010, había 168 126 localidades con menos de 2500 habitantes en todo el país, donde vivían 26.6 millones de personas.
Cada uno de estos extremos tiene su propia dinámica y problemática. La mayoría de las localidades dispersas son poblados pobres, marginados y ocupados por gran parte de la población indígena del país que, además, tienen todo tipo de carencias incrementadas precisamente por su localización dispersa y su ubicación en áreas de difícil acceso.
La marcada dispersión de la población se registra en todo el territorio nacional, pero en la zona centro se presenta en mayor medida: a lo largo del Sistema Volcánico Transversal (el norte de Michoacán, Guanajuato, México, Hidalgo, Puebla y Veracruz) y en las estribaciones de la Sierra Madre Oriental (norte de Veracruz y sur de San Luis Potosí). En el sur del país hay una gran dispersión demográfica, por ejemplo, en el norte y sur de Chiapas, y en las zonas montañosas de Guerrero y Oaxaca.
En cambio, la tendencia principal de la distribución de la población mexicana a lo largo del siglo XX fue la notoria concentración en áreas urbanas, principalmente en las ciudades de mayor tamaño. Todavía en 1970, menos de la mitad de la población (46.9%) vivía en las ciudades. En 2010, 76.8% del total del país se convirtió predominantemente en urbano.


La Ciudad de México es el mayor centro demográfico, económico, político y cultural del país; sin embargo, actualmente otras ciudades se han convertido en importantes centros económicos y demográficos regionales; por ejemplo, en el norte, Tijuana, Ciudad Juárez, Torreón y Monterrey; en el centro, Guadalajara, León, Toluca, Puebla, San Luis Potosí y Querétaro; y en el sureste, Mérida.

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