ANÁLISIS DE LOS RIESGOS PERSONALES Y SOCIALES DEL TABAQUISMO

El tabaquismo o adicción al tabaco es la dependencia a la nicotina contenida en las hojas del tabaco (Nicotiana tabacum). Es considerada por eso como una droga, hasta hace pocos años la más aceptada socialmente y representa una de las principales causas evitables de muertes en el mundo. Según los últimos informes de la OMS (Organización Mundial de la Salud), a causa del tabaco mueren casi 6 millones de personas en el mundo al año, aproximadamente cada seis segundos provoca el fallecimiento de una persona.



Si bien la adicción al tabaco puede adquirirse a cualquier edad, son los adolescentes el grupo de la población más susceptible de caer en ella, pues pasan por una etapa de gran vulnerabilidad emocional. Algunos factores que contribuyen a adquirir esta adicción incluyen:
•la facilidad de acceso a los cigarrillos
•la aceptación social induce a que, al fumar, el adolescente crea que adquiere un aspecto personal “importante y más interesante”, y esto le proporciona “seguridad”
•la idea de que fumar “calma los nervios”
•la presión social y de los amigos.
Las encuestas del sector salud han encontrado que cerca de 85% de los fumadores inicia el consumo regular de tabaco antes de los 18 años de edad, por lo que es importante que conozcas qué contiene el humo de los cigarrillos, que es lo que se inhala en cada bocanada, y luego analices cómo esta adicción o tabaquismo puede afectar tu salud.

LAS IMPLICACIONES DEL TABAQUISMO EN LA SALUD

La nicotina es uno de los ingredientes principales del tabaco. Es un poderoso estimulante que causa adicción, pero éste es sólo uno de los 4 000 componentes del humo del tabaco, de los cuales se conoce que al menos 250 son nocivos y más de 50 causan enfisema y cáncer. Otras toxinas son:
Alquitrán: Es un residuo de color pardo, sumamente pegajoso (se usa mezclado con grava para pavimentar calles y carreteras). Por su gran adherencia recubre los alvéolos pulmonares de los fumadores. Es uno de los principales responsables del cáncer de pulmón, de la bronquitis crónica y del enfisema. Los fumadores pueden observar directamente los efectos del alquitrán y de la nicotina en sus dedos y dientes amarillentos.
Monóxido de carbono: Éste se encuentra en el humo como consecuencia de la combustión incompleta de la hoja de tabaco y del papel. Reduce la capacidad de los glóbulos rojos para transportar oxígeno a los tejidos.
Formaldehído (formol): Esta sustancia representa un peligro moderado de adquirir cáncer.
Cianuro: Es considerado uno de los agentes más tóxicos de la combustión del tabaco. Varios de los padecimientos a corto y largo plazos producidos por el tabaquismo se atribuyen a este compuesto.
Benceno: Esta sustancia puede tener efectos nefastos a cualquier nivel de exposición. El Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer lo ha clasificado como cancerígeno de tipo 1 (los más peligrosos).
Estas sustancias que se aspiran con el humo del tabaco son tóxicas para el cuerpo humano, y los principales problemas de salud asociados con el hábito de fumar son:
• Contraer enfermedades como: enfisema pulmonar que provoca la ruptura gradual de algunos alveolos, por lo cual el pulmón va perdiendo su capacidad de enviar oxígeno a la sangre; bronquitis crónica y asma.
• Mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón, boca, laringe, garganta, riñón, vejiga, colon, útero e intestino. El estudio de donde se obtuvo la gráfica señala que 90% de las personas que padecen algún tumor maligno en tráquea, bronquios y pulmón tienen adicción al cigarro.
• Aumenta el riesgo de crisis cardiaca o cardiovasculares, problemas circulatorios, ataque de apoplejía. El riesgo de sufrir un ataque cardiaco aumenta de dos a cuatro veces con respecto a las personas no fumadoras.
• Menopausia prematura y mayor riesgo de osteoporosis en mujeres mayores.
• Envejecimiento prematuro de la piel.
• Mayor riesgo de abortos; bajo peso al nacer y mayor riesgo de muerte súbita en bebés de madres fumadoras.
Hay una señal de alarma en la sociedad, pues no sólo quienes fuman se ven afectados por el tabaquismo, también los no fumadores que se exponen involuntariamente al humo de tabaco ambiental (llamado HTA), conocidos como “fumadores involuntarios” o “fumadores pasivos”. El HTA es una mezcla del humo originado por el cigarrillo encendido y por el humo exhalado. En este humo se ha encontrado irritantes, tóxicos y carcinógenos similares a los que se expone el fumador. En los niños aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, enfermedades respiratorias agudas, síntomas respiratorios crónicos, reducción del crecimiento de la función pulmonar, asma y enfermedades agudas y crónicas del oído medio. En los adultos provoca el riesgo de contraer cáncer de pulmón y enfermedades cardiovasculares, además de empeorar la condición de quienes padecen asma, y de alterar la calidad del aire que respiran.

RIESGOS PERSONALES, SOCIALES Y ECONÓMICOS DEL TABAQUISMO

El tabaquismo está ligado a más de dos docenas de enfermedades y padecimientos, y se estima que cerca de la mitad de los fumadores morirá por una causa vinculada a esta adicción, luego de ver disminuida su calidad de vida durante años. El fumador promedio muere cerca de ocho años más temprano que quien no fuma. La esperanza de vida de un fumador mejora apenas abandona el cigarro.
Pero cada año mueren muchas personas que jamás han fumado un cigarrillo simplemente porque estuvieron expuestas al humo secundario. Por tanto, el tabaquismo se considera un problema de salud pública debido a los altos costos (tanto sociales como económicos) de los tratamientos para combatir las enfermedades causadas por fumar, que representan una parte importante del presupuesto asignado al sector salud. Además, el deterioro de la salud puede provocar una menor capacidad para trabajar y, finalmente, una minusvalía, y éstas condiciones se traducen en pérdidas económicas para la familia y la disminución del ingreso familiar.
Fumar es una adicción muy costosa tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto.
Los costos económicos para la sociedad son importantes, y los pagan fumadores y no fumadores por igual. En México, cada año, el consumo de tabaco implica gastos que se estiman en 45 mil millones de pesos al sector salud. Por si esto fuera poco, se ha estimado que el gasto en tratamientos por enfermedades asociadas al tabaco se incrementa año con año.
Una de las maneras de prevenir estos costos es mediante la toma de conciencia de cada uno de nosotros para evitar esta adicción.
Conforme se ha extendido la conciencia sanitaria se han cerrado los círculos sociales: las personas prefieren cada vez más la compañía de no fumadores, se ha prohibido fumar en lugares públicos y se han extendido las limitaciones a fumar dentro de casas y automóviles.
Actualmente se considera que el tabaco es una de las mayores amenazas para la salud pública, por lo cual los gobiernos han tomado, desde hace pocos años, medidas de control y prevención:
• Se ha prohibido su venta a menores de edad y se aplican sanciones por incumplimiento.
•Se ha prohibido el consumo de tabaco dentro de los restaurantes, bares, salas de concierto, oficinas, salones de fiestas, edificios públicos y otros lugares de convivencia adecuando, cuando es posible, ciertos espacios exclusivos para fumadores.
•Se han puesto en marcha campañas publicitarias en los medios de comunicación contra el consumo de tabaco y la prohibición de anuncios que lo promueven.
•Se obliga a publicar advertencias sobre los efectos nocivos del tabaquismo en la salud y se exige que éstas ocupen al menos la mitad del anverso y el reverso de las cajetillas de cigarrillos.
•Se ha incrementado los impuestos a los productores y consumidores de tabaco.
Fumar es un acto voluntario que causa adicción y que provoca importantes implicaciones en la salud de personas que eligen hacerlo, así que reflexiona si vale la pena el riesgo y cómo puedes afectar a otros.

Comentarios