IMPORTANCIA DE LA DISTRIBUCIÓN Y COMPOSICIÓN DE AGUAS OCEÁNICAS
La hidrosfera, conformada por el agua de los océanos,
mares, ríos, lagos, lagunas, aguas subterráneas y oceánicas, el hielo y la
nieve, representa aproximadamente 70% de la superficie del planeta.
El mayor porcentaje de agua en la superficie
terrestre corresponde a las aguas oceánicas. Éstas se encuentran comunicadas
entre sí formando una gran masa de agua oceánica, integrada por los océanos
Atlántico, Pacífico, Índico y Ártico.
El agua de los océanos contiene una gran cantidad de sales minerales, por lo que la mayoría de los seres vivos que habitamos los continentes no podemos consumirla. Sin embargo, en los océanos se desarrolla una gran diversidad de organismos marinos: animales, plantas, bacterias y protozoarios.
El agua de los océanos contiene una gran cantidad de sales minerales, por lo que la mayoría de los seres vivos que habitamos los continentes no podemos consumirla. Sin embargo, en los océanos se desarrolla una gran diversidad de organismos marinos: animales, plantas, bacterias y protozoarios.
Cada país con litoral tiene una zona de aprovechamiento
de las aguas del mar en la línea del litoral mar adentro. Por ejemplo, México
cuenta con más de 3 millones de km2 de superficie de aguas oceánicas
exclusivas; con litorales en los océanos Pacífico y Atlántico, por lo que
dispone de importantes recursos del mar.
IMPORTANCIA DE LA DINÁMICA DE AGUAS OCEÁNICAS: CORRIENTES MARINAS, MAREAS Y OLAS
Las aguas del mar están en continuo movimiento:
las corrientes marinas, las mareas y las olas conforman su dinámica.
Actualmente, las rutas marinas por donde transitan
los barcos son los caminos más eficientes en el mar; están trazadas para
recorrer grandes distancias en el menor tiempo posible y ahorrar combustible.
Estos itinerarios no distan mucho de los antiguos, ya que utilizan los caminos
naturales del mar: las corrientes
marinas, las cuales son masas de agua dirección fija y constante.
Las corrientes marinas se producen por la
combinación de varios factores: el movimiento de rotación de la Tierra, la circulación
general de los vientos y las diferencias de densidad y temperatura del agua.
En las regiones polares se originan las corrientes frías, las cuales se
desplazan hacia la zona ecuatorial y de aquí surgen las cálidas con dirección a
los polos. La fuerza de Coriolis, provocada por el movimiento de rotación de la
Tierra, produce una desviación de las corrientes: en hemisferio norte hacia la
derecha y en el hemisferio sur a la izquierda.
Al pasar por las costas, estas corrientes influyen en el clima: las corrientes cálidas aumentan la temperatura del aire y su grado de humedad, y las corrientes frías disminuyen la temperatura del aire y la concentración de humedad.
Al pasar por las costas, estas corrientes influyen en el clima: las corrientes cálidas aumentan la temperatura del aire y su grado de humedad, y las corrientes frías disminuyen la temperatura del aire y la concentración de humedad.
Por ejemplo, la corriente cálida del Golfo
disminuye el frío del clima al norte de Europa, pues eleva las temperaturas de
sus aguas.
Además de los movimientos horizontales en la
superficie, las corrientes marinas presentan movimientos verticales, es decir,
del fondo del mar hacia la superficie y en sentido inverso, provocados por las
diferencias de temperatura y salinidad. Esta dinámica favorece que el plancton se traslade hacia la
superficie del mar y sirva de alimento a gran cantidad de organismos marinos.
Por otro lado, las zonas de confluencia
de corrientes marinas son de mucha importancia
para la pesca, pues ahí hay una gran diversidad de especies.
Los cambios de temperatura afectan de manera
adversa la disponibilidad y abundancia de las poblaciones de peces en áreas costeras,
lo cual repercute en la disminución de la producción y de la exportación
pesquera y de otros productos alimenticios que provienen del mar.
Otros impactos adversos son: la erosión costera,
las alteraciones en el anidamiento de aves marinas, en los arrecifes coralinos,
y la presencia de tormentas tropicales.
La dinámica normal de las corrientes marinas se
altera por un fenómeno meteorológico llamado El Niño, que ocurre, en promedio, cada tres a siete años. Su nombre
se debe a que suele presentarse en fechas cercanas al 24 de diciembre. El Niño consiste en un aumento de
temperatura anormal de las aguas superficiales del océano Pacífico, lo que
cambia la dinámica de las corrientes marinas y causa que en las regiones
generalmente húmedas, como Indonesia, disminuya la precipitación; mientras que
en las áreas regularmente secas, como las costas de Perú, se presenten lluvias
intensas por el calentamiento de la corriente fría de Humboldt. Por esta causa,
cambian los cardúmenes que se pueden pescar.
El fenómeno de El Niño provoca que las aguas del Pacífico oriental sean más cálidas
que en épocas normales y que, en cambio, las del Pacífico occidental sean más
frías.
El ascenso y descenso periódico del nivel del mar se le llama marea. Este movimiento se origina por la fuerza de atracción gravitacional que ejercen la Luna y el Sol sobre la Tierra.
El ascenso y descenso periódico del nivel del mar se le llama marea. Este movimiento se origina por la fuerza de atracción gravitacional que ejercen la Luna y el Sol sobre la Tierra.
A lo largo del día, aproximadamente cada seis
horas, ocurre un cambio en el nivel del mar. Cuando el nivel del agua es el
menor, se llama bajamar; cuando este
nivel se eleva al máximo, se denomina pleamar.
Cada 24 horas se producen dos momentos de pleamar y dos de bajamar.
Cuando la Luna y el Sol se encuentran alineados
(luna llena o nueva), la fuerza de atracción es mayor y causa pleamares y
bajamares más pronunciados llamados mareas vivas; en cambio, cuando la Luna
forma un ángulo recto con la Tierra y el Sol causa las mareas muertas, que son de menor magnitud a lo normal.
Las mareas son de gran importancia para las
comunidades aledañas a las costas y para la sociedad, debido a que, por
ejemplo, los pescadores tiran y levantan sus redes considerando la marea; y en
los puertos se establecen horarios de embarque y desembarque, así como métodos
de anclaje, de acuerdo con la presencia de la pleamar o bajamar. Además, en
lugares donde es mayor la marea se han construido centrales que producen
energía eléctrica.
El movimiento más evidente de las aguas oceánicas son las olas, las cuales se produce por la acción del viento. Los movimientos sísmicos en el fondo oceánico provocan olas de gran tamaño y suelen llamarse maremotos o tsunamis.
El movimiento más evidente de las aguas oceánicas son las olas, las cuales se produce por la acción del viento. Los movimientos sísmicos en el fondo oceánico provocan olas de gran tamaño y suelen llamarse maremotos o tsunamis.
Cuando las olas de pleamar se mueven en forma
de círculo y regresan al mismo punto donde se inició el movimiento, son olas de oscilación; y cuando avanzan hacia
la costa y rompen en la playa, son olas
de traslación.
Buena información
ResponderBorrarMuy largo la información pero bueno
ResponderBorrarmuy bueno mi profe es puto y quiere mucha informacion muy buena pagina
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